¡Bienaventurada eres, María!
La realización del plan divino va llegando a su plenitud y hoy contemplamos en una mujer la obediencia y compromiso, la disposición y entrega de si misma.
La celebración de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción nos invita a centrar nuestra mirada en el plan salvífico de Dios a través del Génesis y del Evangelio de hoy.
María es la nueva Eva. Con ella comienza la lucha entre el linaje de la mujer y el linaje de la serpiente lucha desde el primer origen de la Virgen habiendo sido ella concebida sin pecado original y por lo tanto completa oposición a Satanás. Lucha que se convertirá en hostilidad gigantesca y se resolverá en victoria cuando Jesús en “linaje” de María vendrá el mundo y con su muerte destruirá el pecado.
Cantemos al Señor porque ha hecho maravillas en María hoy la Iglesia nos invita a cantar la gran maravilla de haber roto la cadena del pecado de origen que tiene atados a todos los hijos los hijos de Adán.
La Virgen sencilla de Nazaret acompaña con ternura la fila de los redimidos.
M. Pilar Reverte Almodóvar CSJ