¿Somos multiplicadoras de vida?
¿Constatamos nuestra esterilidad?
Ser multiplicadoras de vida…
Para iniciar la reflexión de este domingo, me gustaría plantear dos preguntas:
● ¿Cómo describo mi comunidad, encuentro en ella rasgos del Reino de los Cielos?
● ¿Qué aporto yo, con mi vida, a la construcción del Reino de los cielos?
Me da mucho gusto cuando se habla que el gran reto de santidad en el siglo XXI es “construir comunidades santas” o reconstruir lo que expresamos con gran deseo el legado que nos ha dejado Venerable Madre Rosa Ojeda Creus: “Que todas sean hijas de una misma madre”… Es cierto, el deseo está y la vida misma lo reclama.
Estamos en un momento de la historia en que toda la humanidad está re-aprendiendo a valorar al otro y la necesidad de ser con y para el otro y nosotras Hermanas Carmelitas de San José, lo conocemos de oídas desde el principio de nuestra historia de vida religiosa: “Que los demás puedan decir: mirad cómo se aman”. La línea de acción está marcada y nosotras, ¿Estamos decididas a ir todas a buscar lo mismo, todas por la construcción del Reino de los Cielos?
Quizá nos ayude recordar una y otra vez, todas hemos sido llamadas a construir el Reino de Dios y ésta vocación comienza en mí y en mi comunidad para que se pueda expandir a todos los que la quieran acoger.
El diagnóstico es de esterilidad cuando… no queremos ser conscientes de que en cada una de nosotras está presente la buena y la mala semilla, crecerán juntas pero cada una es libre de escoger la calidad del fruto del cual quiere alimentarse y alimentar a los demás.
La alerta es clara: “estad vigilantes” porque el enemigo actúa cuando descuidamos nuestro corazón y dejamos que entre en él la desidia, la envidia, los celos, el odio, las murmuraciones y todo cuanto vaya en contra de la armonía comunitaria y cuando nuestro sentir nos impide compartir y ser con mis hermanas.
La urgencia del Reino de los Cielos
¿Cuándo fue la última vez que me he parado a pensar cuál es la gran urgencia de hoy, en la construcción del Reino de los cielos, desde mi realidad y lo he compartido con mis hermanas?
A veces, la urgencia está en tan sólo abrirnos al perdón, como la puerta que nos permite volver al que es: “El Camino, la Verdad y la Vida”.
Hna. Andreia Viera Botao CSJ